Su escaso número, unido a lo limitado de su hábitat, hace que estos lagartos sean muy vulnerables. Les afectan el cambio climático, el calor y diversas enfermedades. Mientras tanto, las especies parecidas a los eslizones son de gran importancia para el sistema ecológico.
En palabras de los participantes en el estudio, su descubrimiento demuestra que en los bosques y praderas australianos donde pasta el ganado se conserva una importante biodiversidad.