De hecho, el dolor físico está presente en casi todos los entrenamientos cuando los llevamos al siguiente nivel. Muchos corredores intentan distraerse de él. Ignorarlo. Omitirlo. Acabamos no sólo distrayéndonos de él, sino huyendo de él. Y eso es lo que nos da miedo.
¿Cuántas veces has pensado que físicamente no puedes hacer lo que te pide tu entrenador? Por ejemplo, crees que tu ritmo de carrera estándar es de 8 min/km (el ritmo medio de un maratón), pero tu entrenador te pide que aceleres a 6 min/km. Lo intentas. Por alguna razón no lo consigues y entras en pánico. Tu mente arde con la idea de que no puedes hacerlo.