Los estudios han confirmado que la meditación realmente nos ayuda a sentirnos más felices, además de afectar a nuestra salud y a nuestras relaciones con los demás. Y no es una práctica mágica que vaya en contra de la psicología. Es de lo que trata la psicología.
Cuando practicas la meditación con regularidad, se convierte en un rasgo de tu carácter. Poco a poco empiezas a aplicar las técnicas de distribuir tu atención y etiquetar tus pensamientos en tu vida normal.
Intenta hacerlo conscientemente. Por ejemplo, si estás en un atasco, intenta concentrarte en otra cosa, al menos en el tiempo.