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Qué hacer si quieres hacer cambiar de opinión a una persona.

Antes de sacar los cuchillos, comprueba: ¿estás seguro de que tienes información actualizada y experta a la que recurrir? ¿Existen puntos débiles en su juicio? Cuando se trabaja con información no contrastada, se corre el riesgo de parecer un terrícola plano o un abogado del diablo. En tal caso, no merece la pena iniciar una discusión.

Segundo punto: recuerda que el proceso de re-persuasión puede llevar tiempo y nervios. La psicóloga Holly Weeks aconseja hacer una evaluación sobria de tus fuerzas. ¿Tienes capacidad física, mental y emocional para debatir en este momento? ¿Y quién es la persona con la que quieres discutir? ¿Es tan importante para ti hacerle cambiar de opinión?

Si se trata, por ejemplo, de una abuela en la puerta que se queja de la juventud de hoy en día, no es un caso en el que merezca la pena invertir en la conversación. Otra cosa es que las creencias de tu ser querido puedan perjudicarle a él o a otra persona. Por ejemplo, cree que el cáncer se cura con bicarbonato y meditación.

La empresaria y periodista Shane Snow en su libro “Dream Teams. En su libro “Dream Teams”, la empresaria y periodista Shane Snow escribe que la coherencia es el elemento más importante y difícil de una discusión productiva. Evitar respuestas y cambiar de tema (aunque otro tema también sea importante) no ayudará en una conversación concreta, sino que sólo confundirá al oponente.

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